Ofrecemos a la benevolencia del lector una serie de relatos que no se articulan necesariamente alrededor del sexo, pero donde esa cosilla de la que carecen los ángeles ocupa un lugar fundamental. Pedí a los autores que se agrupan en esta antología que escribieran como ellos saben hacerlo, con la calidad que les caracteriza, pero que el sexo gozara en sus narraciones del protagonismo que les corresponde. Por ello, nos encontraremos en este libro con relatos donde el sexo es una pulsión de vida; otros en los que constituye un renacimiento de las ganas de vivir; el erotismo como fantasía salpicada de humor no es ajeno a estas páginas, bajo el amparo en ocasiones de textos icónicos o destellos de la cultura pop contemporánea; hallaremos el erotismo como documento de nuestros días; asistiremos a las relaciones físicas con otras personas para mantener encendido el amor a nuestra pareja; e incluso las interacciones mutuas de Eros y Tánatos: sí, alguna concesión hay que hacer a don Sigmund. Piezas literarias, en definitiva, este conjunto de relatos eróticos, donde su componente sensual es un elemento más, valga la evidencia, sin tabúes ni dogmatismos.

Los autores que se agrupan en este volumen gozan ya de experiencia en el mundo de los libros. Con mayor o menor intensidad, todos ellos han visto parte de su obra editada. Han sido ordenados según el alfabeto de su primer apellido y de ellos puedo adelantar que Mauricio Ciruelos, miembro del grupo de escritores Punto y seguido, destaca por la minuciosidad de sus descripciones. Gran lectora, con una finura envidiable en sus opiniones, Lola Clavero goza de una formación académica desbordante y transmite literatura en cada una de sus palabras. Ángel Domínguez es nuestro maravilloso enfant terrible, que sabe descubrir pimienta en las situaciones más inverosímiles. Guadalupe Eichelbaum, de gran poder analítico, es como las ostras que construyen una perla con cada motita de polvo que encuentran. Carmen Enciso y Eloísa Navas son dos de los grandes nombres actuales en cuanto a la novela histórica malagueña, sus obras El hotel del inglés y Miramar (ambas en Ediciones del Genal) merecen un lugar de excepción entre los amantes de la narrativa, en general, y los de la Ciudad del Paraíso, en particular. Gabriel Noguera nunca dejará de sorprenderme: creo sinceramente que goza de un sentido del humor al alcance de muy pocos. Loli Pérez es el amor a la literatura personalizado, cada una de sus palabras es como la pincelada de un pintor sobre un lienzo. Javier Rodríguez Barranco, ¿qué decir de mí, si dirijo de este sello? Casi que mejor lo averiguan por ustedes mismos. Y, por fin, José Luis Rosas Guerrero atesora la fuerza narrativa que caracteriza a los autores de tierra caliente: leyéndole, parece que escribir fuera fácil.